1/9/17

¿Te sientes hembra?


Muchos hombres pueden sentir el deseo de ser penetrados, o fantasean con serlo y sin embargo, no se sienten hembras. 
Estamos en presencia de una hembra, cuando se cumplen al menos los siguientes requisitos en forma simultánea: 
1)Que sea un pasivo total. 
2)Que sienta en su interior, el deseo de entrega a un macho y no a cualquier otro tipo de hombre, y que esa tendencia sea permanente. 
3)Que quiera esforzarse en llegar a ser una hembra. 

1) La pasividad es ante todo, una forma de ser y de percibir la relación con otro hombre, que en lo genital se manifiesta por no excitarse con la idea de penetrar a otro hombre. El pasivo total no desea poseer, sino ser poseído. 

2) ¿Cómo sabe un hombre si es hembra o no? 
“Si quieres saber qué es lo que eres, presta una atenta mirada a qué es lo que estás fantaseando justo antes del orgasmo, cuando te estás masturbando“ Jay Wiseman 
Para eso, el hombre que tenga dudas, debe escuchar y estar atento a su vida interior, sus pensamientos, sus deseos y sus fantasías. 
Un buen indicio es sentir en su interior un fuerte deseo de entrega a un macho, y no a cualquier otro hombre. 
Cuando hablo de macho, lo hago en sentido genérico, y me refiero a un hombre dominante, exclusivamente penetrador, y que busque convertir a otro igual en su hembra (consciente o inconcientemente). 
Por eso hay que distinguir, si esos sentimientos de entrega a un hombre con esas características, son algo pasajero o permanente. 
La permanencia de esa tendencia, es lo que permite definir a un hombre como hembra. 
Pero agregaría también, cuando la satisfacción de esa tendencia, hace vivir a ese hombre, la plenitud de su vida sexual. 
Esa vida sexual plena se puede vivir siendo gay o bisexual, casado o soltero. 
Ser hembra se define con respecto a un macho, con independencia de la orientación sexual. 
La pregunta sería ¿qué provoca en mí un macho? 
Si en nuestro interior sentimos el deseo y la tendencia de ser una hembra, y esa tendencia se produce frente a cualquier macho, entonces hablamos de tendencia permanente. 
Esto con independencia de lo que somos, ya sea soltero, casado, gay o bisexual. 
El ser hembra se experimenta cuando en presencia de un macho, se desatan en nuestro interior fuerzas, sentimientos, emociones, deseos e impulsos de vivir la vida sexual con todas la prerrogativas de una hembra. 
Frente a un macho, se produce entonces, una inversión interior, que nos da placer y nos lleva a la plenitud sexual. 
Entendiendo por plenitud, la completa y total satisfacción de la tendencia, sin necesitar nada más. 
Cabría también la pregunta ¿qué siente un hombre-hembra frente a otro hombre-hembra? 
Aquí se abren dos posibilidades a) un rechazo frente a un igual. 
En este caso, estaríamos frente a una hetero-hembra. 
b) que se sienta atracción frente a otra hembra (nunca atracción penetrativa, de lo contrario estaríamos hablando de otra cosa), lo que daría como resultado un caso de lesbianismo. 
Esto está muy esquemáticamente planteado, pero ambas formas pueden darse, según las personas y etapas de la vida. 
 Ahora, ¿no es una contradicción hablar de un hombre hembra? 
Desde mi punto de vista, no lo es, porque en primer lugar no se experimenta el deseo de dejar de ser hombre. 
Y en segundo lugar, se experimenta una fuerte y permanente tendencia a vivir la vida sexual tal como lo haría una hembra, pero sin el deseo de dejar de ser hombre. 
Ambas tendencias conviven, y se complementan. 
Una no desplaza a la otra, sino que una necesita de la otra, para poderse realizar. 

3) Que quiera esforzarse en llegar a ser una hembra. 
Una vez que ha descubierto y se ha dado cuenta de que su tendencia es permanente, entonces viene tal vez la parte más difícil: llegar a ser una hembra. 
No basta con desear serlo, hay que recorrer un camino duro de renuncias y conquistas. 
En el caso de la mujer nace hembra y se hace mujer, en nuestro caso ser hembras es una conquista. 
También puede darse el caso, de hombres que llegan a ser hembras, y también incorporan elementos femeninos a su conquista. 
Simplemente, es una variedad. 
No es necesario incorporar elementos femeninos, para ser hembra, pero puede llegar a ser muy estimulante. 
De todas formas, el camino siempre debe pasar por este orden: primero la conquista de ser hembra, y segundo la incorporación de lo femenino. 
¿Cuál es el fundamento de ese orden? 
Que la incorporación de elementos femeninos, debe obedecer a una necesidad interior. 
De lo contrario es un disfraz, sin contenido interior. 
Ese camino de conquista, se puede recorrer solo, pero es mucho más largo y menos enriquecedor. Siempre es bueno, recorrerlo con otro u otros, lo que no deja afuera tampoco la idea de tener un guía, que ayude en esa conquista de la felicidad personal.

¿Basta con desear ser penetrado para ser una hembra?
Articulo publicado por Marcelo en su blog Hombres Pasivos (t) Female Men


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